700.000 tejados solares para 2030

El consumo eléctrico del País Valencià fue en 2019 de 27.338 GWh (un 6% menos en 2020), el equivalente a aproximadamente tres veces la producción de la central nuclear de Cofrentes. El consumo eléctrico anual per cápita sería de 5.500 kwh, aproximadamente la producción de 3.600W en paneles fotovoltaicos (12 paneles de 300W) que requieren para su instalación y una buena producción, disponer de unos 25 m² de superficie de tejado bien orientado y libre de sombras.

Para producir toda la energía eléctrica consumida en 2019, necesitaríamos instalar unos 60 millones de paneles fotovoltaicos de 300W cuya potencia total sería de 18.000MW.

Los planes del gobierno Valenciano plantean alcanzar un tercio (6.000MW) en 2030. La energía solar tiene el gran inconveniente de ser intermitente y estacional al depender directamente de la radiación solar, de la misma manera que la eólica depende directamente del viento. Sin embargo, nuestros consumos deben estar garantizados durante las 24 horas del día y los 365 días del año, pero en nuestra tierra privilegiada por el sol, los paneles fotovoltaicos sólo producen entre 8 y 12 horas al día y unas 1.500 horas anuales a plena potencia, mientras que una térmica nuclear o de gas puede superar las 8.000 horas de funcionamiento anuales a plena potencia. Ello obliga a desarrollar paralelamente a la implantación de las energías renovables sistemas costosos de almacenamiento de la energía y requieren complejos sistemas de regulación y gestión. Por lo tanto, la imprescindible transición energética hacia las energías renovables para combatir el cambio climático y desterrar la peligrosa energía nuclear no es un proceso sencillo y precisa de grandes superficies y de mayor utilización de costosos materiales y recursos también limitados y finitos.

La superficie necesaria para instalar 6.000MW de fotovoltaica depende del modelo de instalación. Las grandes instalaciones fotovoltaicas ocupan de media algo menos de 2 Ha por cada MW. Por lo tanto, si toda la potencia en 2030 se instalara en grandes plantas ocuparía unas 12.000 Ha o 120 km² (sólo el 0,516% del territorio valenciano) pero puede tener grandes impactos visuales, territoriales y ambientales si no parte de una adecuada planificación pública y su desarrollo se deja en manos de la especulación y el libre mercado.

Las decenas de proyectos presentados ya crearían enormes desequilibrios y una nueva y muy peligrosa burbuja fotovoltaica que además del lógico rechazo ciudadano puede también provocar una sobreproducción y un derrumbe de los precios de la energía solar que impida el crecimiento de este importante sector que debemos proteger y mimar. Por otra parte, el 75% del consumo eléctrico (y energético en general) se realiza en las ciudades donde la radiación solar es similar al resto del territorio, por lo que lo más lógico es que se fomenten en primer lugar las instalaciones sobre tejado y cubierta y en general dentro de las ciudades, promocionando el almacenamiento in situ. Las administraciones públicas deben dar ejemplo en todos sus edificios.

Un estudio realizado por la energética EDP¹ presentado en julio 2020 revela que “el 82% del millón doscientos mil tejados de la Comunidad Valenciana tienen capacidad para el autoconsumo”, entre ellos 700.000 viviendas unifamiliares y 100.000 tejados industriales con capacidad media de 30KW cada uno, es decir 3.000MW en total, la mitad de las previsiones para 2030. Por lo tanto, utilizando solamente otros 600.000 tejados para instalar una media de 5kw se podrían completar los otros 3.000MW fotovoltaicos hasta 2030.

Este debería ser el camino, en esta primera etapa, porque es el más eficiente (menores pérdidas y gasto de material) y evita nuevas y costosas infraestructuras eléctricas. Las grandes plantas en suelo deben ser la excepción y siempre priorizando el tamaño pequeño y medio de hasta 10MW ya que de acuerdo con el estudio de ANPIER² “el tamaño de los parques fotovoltaicos será un factor clave para el empleo, las economías locales y los espacios naturales”.Ya que los pequeños parques, al igual que el autoconsumo, crean mucho más empleo y riqueza local que los grandes.

Desde el Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad de EUPV apostamos por el fomento de la participación ciudadana y la democratización energética que debe basarse en el desarrollo de las comunidades energéticas locales y el protagonismo municipal para pilotar la transición energética dando prioridad a la instalación fotovoltaica en tejados y pequeñas plantas de forma equitativa entre todos los municipios valencianos y hacemos una llamamiento urgente al gobierno valenciano a retomar la iniciativa, legislar y modificar en esta línea, el Decreto Ley 14/2020, de 7 de agosto, del Consell, de medidas para acelerar la implantación de instalaciones para el aprovechamiento de las energías renovables por la emergencia climática y la necesidad de la urgente reactivación económica.

1 https://espana.edp.com/es/noticias/2020/07/10/mas-de-un-millon-de-tejados-de-la-comunidad-valenciana-puede-instalar-paneles

2 https://anpier.org/2020/07/28/anpier-advierte-que-las-renovables-solo-movilizaran-empleo-estable-y-dejaran-riqueza-en-los-territorios-si-se-dimensionan-adecuadamente/

Miguel Ángel Padilla, miembro del Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad.

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