Article d’Opinió. LARGA VIDA AL ESCALANTE. Per Rosa Pérez

No se han cumplido dos años desde que pasó a ser de mi competencia el Centro Teatral Escalante, o mejor dicho su gestión cultural, no el edificio como tal. Para que se entienda bien, como Diputada de Teatros soy la responsable del contenido, no del continente.

Al llegar, en junio de 2015, la temporada estaba prácticamente cerrada: producción, exhibiciones, exposiciones… Durante ese primer año, entre otras cosas, se realizó por primera vez un concurso público para la plaza de dirección artística, se licitó un nuevo proyecto de escuela de teatro, se pasó de una única producción anual a tres, y se solicitó al servicio de Patrimonio de la Diputación la mejora de las instalaciones del Teatro Escalante: pintar, adecentar determinadas instancias, revisar posibles deficiencias de mantenimiento y realizar las obras necesarias para garantizar la accesibilidad a personas con diversidad funcional fueron nuestras peticiones.

El Arquitecto de la Diputación visitó las instalaciones y realizó una inspección ocular para poder acometer las obras de accesibilidad. En un par de semanas volvió en varias ocasiones hasta que, a poco más de 15 días del estreno de la primera producción de la temporada 2017-2018, mi compañero Pepe Ruiz –Diputado de Patrimonio– me llamó a primera hora de la mañana: acababa de recibir un informe del técnico recomendando el cierre del Teatro por el estado lamentable del mismo y el consiguiente riesgo para las personas.

La noticia fue recibida como una verdadera bomba. Más tarde, analizando la cuestión en frío, me pregunté qué habría podido pasar si no hubiéramos llamado al Arquitecto, si hubiéramos empezado la temporada sin conocer el riesgo real de desprendimientos que existía en el patio de butacas, lleno de niños y de niñas. Recordé que yo misma había sentado una semana antes a mis propias hijas en esos asientos para ver los ensayos. Sí, podría haber sucedido una catástrofe, y todos aquellos que nos han criticado por cerrar las puertas nos hubieran llamado imprudentes –con razón– por llenar el teatro con 300 menores cada día existiendo un peligro de derrumbe.

Así que el anuncio de cierre del Teatro Escalante fue un desastre… para el que afortunadamente encontramos solución. Ese mismo día por la tarde conseguimos cerrar un acuerdo con la concejala de Acción Cultural del Ayuntamiento de Valencia, María Oliver, para empezar la programación en El Musical; también hemos exhibido en el Palau de Les Arts y en el MUViM y, a pesar de la itinerancia, ninguna de las producciones y exhibiciones programadas se ha suspendido.

Ahora bien, desde Teatros siempre hemos deseado volver a nuestra casa en el carrer de Landerer y esperábamos con ansia el informe definitivo de catas sobre el estado del Teatro para que se pudiera llevar a cabo las obras pertinentes lo más pronto posible y volver a nuestro espacio. Desde aquel primer informe hemos estado insistiendo cada semana al servicio de Patrimonio, responsable del edificio, para que todo se hiciera con la menor demora posible, a la espera del informe definitivo.

Por supuesto, confiamos en la gestión del diputado Ruiz para encontrar la solución adecuada al problema del edificio que hasta el año pasado albergó el Escalante, de gran complejidad, y que para abordar de manera correcta habrá que estar a lo que determinen distintos informes –económicos, jurídicos, etc–. Como es evidente, el teatro no ha pasado de estar en condiciones óptimas a estar en riesgo de derrumbe en apenas 20 meses, esto viene de largo. Y por supuesto, no hay soluciones mágicas ni apriorismos de ningún tipo.

Mientras tanto mi equipo y yo misma hemos hecho frente a lo que nos corresponde a nosotros, que es garantizar la continuidad del Escalante por encima de todo. Porque como diputada de Teatros soy muy consciente del carácter estratégico de este proyecto cultural público, así como de su impacto sobre el sector valenciano de las artes escénicas. Por eso me comprometo a, mientras no se pueda abrir la puerta del edificio de la calle Landerer, encontrar un espacio donde empezar la temporada 2017-2018 –que está prácticamente cerrada– y garantizar, como hemos hecho siempre y en todo momento, que el proyecto Escalante en ningún caso cierre sus puertas. Sé que cuento para ello con el apoyo de todo el equipo de gobierno de la Diputación.

También sé que la ciudadanía, de manera individual y organizada, luchará por la supervivencia del Teatro Escalante. Ésa es y será, sin duda, la mejor garantía de éxito. Larga vida al Escalante.

ROSA PÉREZ GARIJO, Vicepresidenta 4ª de la Diputación de Valencia y Diputada delegada de Teatros, Inclusión Social y Memoria Histórica.

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